Ayer las vi entrando… Cajas y cajas de Champagne a mi tienda de vinos favorita,  en  preparación para las compras masivas de Año nuevo.  Solo moví mi cabeza con desaliento….

Permítanme explicarme.  He tomado una copa de Champagne cada noche de los últimos 25 años de mi vida.  ¡Hacerlo ha sido indispensable para ser una buena madre y ha sido la fuente de renovación de mi paciencia!

Además he leído miles de artículos en las ultimas décadas que repiten el mismo mensaje: El Champagne no es sólo para las ocasiones especiales.

¿Entonces, qué es lo que no entendemos?

Aquí estamos nuevamente atrapados en la euforia de las burbujas para celebrar las fiestas de Navidad y el 2 de enero… nos olvidamos que existen.

Paul Roberts M.S., COO de las Bodegas Colgin en Napa Valley admite «Ni siquiera yo bebo suficiente Champagne como debería dado lo compatible que es para maridarlo con comida».   Su teoría para explicar este fenómeno es que el Champagne se visualiza como una bebida para fiestas de coctel y como la Navidad es una sucesión continua de fiestas de ahí su alto consumo.

Eileen Crane, CEO de  Domaine Carneros, la mayor casa californiana de Espumantes,  sugiere que «Existe un sentimiento de culpa por la visión pomposa y snob que sugiere su consumo, por lo que nos auto limitamos».

Sin embargo para un creciente grupo de Wine Lovers los tiempos están cambiando.  Por ejemplo en el Restaurant de Hot Dogs Bubbledogs en Londres solo ofrecen Champagne en su lista de vinos.

Tengo una teoría personal.  Pienso que cuando nos ofrecen una copa de Champagne  cerramos nuestra mente y abrimos nuestro lado de placer solamente y asumimos que lo que está en la copa es como cualquier Espumante.  Sin detenernos a pensar en lo que estamos disfrutando porqué, total, es algo que bebemos solo durante las fiestas.

El equivalente seria: Todos los Steaks son iguales, solo los comeré en noviembre y diciembre y después me olvido de ellos,

No tiene sentido.

¿Qué haré yo mientras tanto?  Pues,  obviamente tomaré muchas burbujas de aquí al Año Nuevo, pero pueden contar con que seguiré sacando una botella de mi freezer durante cada semana del 2017.

¡Feliz Año Nuevo!